Cada uno tenemos nuestros trucos,costumbres, nuestra forma de hacer las cosas. Muchas veces tendemos a imitar y copiar lo que vemos, leemos o nos dicen que "nosequién" hace.
Éstas costumbres a veces nos llevan a manías de las que no nos damos cuenta hasta que no entrenamos con más gente, o un bienintencionado nos ayuda en nuestra labor de preparación o recogida del material y equipo.
Como un ritual, casi todos tenemos nuestro "método" y secuencia cuando entrenamos (hidratar, perros a la furgoneta, sacar perros, preparar material y equipo, salir) y al terminar, más de lo mismo con otra secuencia magistral.
Hay que reconocerlo, la gran mayoría de los mushers somos maniáticos, perseverantes y bastante cabezotas. Sin darnos cuenta, muchas veces transmitimos esas manías a nuestros compañeros de equipo, que notan mucho más que nosotros cualquier cambio en el orden y timing de la secuencia pre y post entrenamiento.
Creamos perros obsesivos?Es bueno,malo? Como afecta ésto al rendimiento? Que ocurre con el estado de nervios de los perros si hoy cambiamos el orden de arnesar, por ejemplo?Si arnesamos justo antes de enganchar los perros a la linea, el día que lo hagamos antes de descargar el carro, se pondrán más nerviosos por un simple condicionamiento de relación de estímulos.
Si bien hay costumbres que podemos fijar como "sagradas" por cuestiones básicas,tales como dar de beber con suficiente margen de tiempo, quizá sea momento para muchos de plantearnos modificar costumbres arraigadas y hacerlas aleatorias para evitar un equipo pendiente del pistoletazo de salida.
Queda ver como afectan éstos factores al rendimiento de los perros, ya sea de forma individual o como conjunto de equipo. Esos pequeños detalles que transformamos en rutinas casi supersticiosas, pueden desembocar en perros descentrados si se altera esa cadena. Se nos abren varias opciones: No variamos absolutamente nada de nuestro ritual, para no descentrar a nuestros perros?("si algo funciona, para que cambiarlo?") Por el contrario, introducimos a nuestros perros en una vorágine de caos e incertidumbre hasta el punto de no saber cuando empieza el entrenamiento?
Llevar afirmaciones así hasta el extremo nos hacen ver, una vez más, que no existe el método infalible, no hay reglas cerradas, y lo que a nosotros nos funciona perfectamente no tiene por que ser lo mejor, ni lo más correcto. Incluso en otro equipo puede ser un desastre.
La puesta en común de conceptos así nos ayudará a abrir la mente y ver otras opciones, distintas a las que tenemos arraigadas y que, posiblemente, nos ayuden a mejorar algunos aspectos de nuestras costumbres, y por tanto, del rendimiento del equipo.
Por alguna extraña razón, en el mushing siempre se ha percibido cierto grado de misterio y secretismo en aspectos como entrenamiento, alimentación, costumbres... Cuanto más sepamos de los demás, más aprenderemos, mejoraremos y, lo más importante, disfrutaremos de un equipo más feliz y más centrado en correr por gusto y no por esperar una orden.
Good mushing!
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