Las circunstancias obligaron a cancelar retos, descartar carreras y acudir a muchas casi sobre la marcha. Paralelamente el invierno nos ha regalado un sueño hecho realidad para muchos mushers de éstas latitudes: nieve, nieve y más nieve!
Dos meses y medio sin necesidad de tocar el triciclo son el resultado de las copiosas nevadas. A fecha de hoy sigo entrenando tanto en nieve como en tierra, y todo apunta a que tocaré junio con el trineo y/o los esquís en los pies.
Me quedo con lo bueno de la temporada. Los perros me han sorprendido una vez más, demostrando una adaptación impresionante a las circunstancias y permitiéndome aprender de ellos un poco, algo que deberíamos hacer todos los seres de 2 patas.
Gracias!!
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